Por: Víctor Alfonso Moreno Pineda.
Ver
a Nolan, con la elegancia y disciplina propia de los británicos, más parecido a
un actor que a un director, es encontrarse con uno de los mejores directores de
esta época. Esta primera parte de la biografía de Christopher Nolan se ubica en
las primeras producciones del director británico.
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Chistopher Nolan |
A la fecha Christopher Nolan ha dirigido y escrito ocho
películas y tres cortometrajes. De las ocho películas una está sin estrenar (The
Dark Knight Rises), y de los tres cortometrajes sólo podemos ver uno en
Youtube (Doodlebug) y siempre hay en todos ellos un elemento que pasa
por la comprensión – cuando no la manipulación – de la psique humana.
Hay en cada una de las producciones de Nolan, gran capacidad para narrar y
poner al servicio de la cámara todos los matices, buenos y malos, de la mente
del hombre.
Influenciado notablemente por Stanley Kubrick, Chris, como le
dicen sus amigos, logró con su segundo filme (Memento), no sólo penetrar
en la industria cinematográfica norteamericana, sino encumbrarse como uno de
los mejores directores de este siglo. Con esta cinta Nolan, obtuvo el premio al
mejor director y guionista en el Independent Spirit Award y el premio Waldo Salt
al mejor guion en Sundance; sin olvidarnos del premio obtenido en los Oscar por
el mejor guion original. Pero la historia comienza mucho más atrás.
Tal vez no es el
primer momento en que Chris tiene en sus manos una cámara, pero si es la
primera vez que lo registra la prensa.
Por aquel
entonces sólo contaba con siete años de edad. En el patio trasero de su casa en
Londres grababa en su cámara Súper 8mm una película que algunos han dicho era
una copia de Star War y otros la reseñan como una película de guerra. En ella
salía un vecino de su casa montado en monopatín, y la sombra de su hermano
mayor y hoy escritor, Mathew. Después de aquel momento Nolan sabía que iba a
ser director.
– Nunca me detuve.
Hacía películas en cualquiera de las formas que tenías disponible y cada vez se
ha hecho más importante y trascendental –Dijo en una entrevista.
A pesar de su
convicción por las lides cinematográficas, Nolan no estudió dirección o
producción: se inclinó por la literatura.
Lo encontramos ahora en el University College de
Londres, estudiando literatura inglesa y participando en los cineclubes de la
universidad.
No era muy buen estudiante, él mismo lo reconoce. Quizá buscaba otra
cosa en la literatura. Durante este tiempo Nolan se da a la reflexión sobre el
quehacer cinematográfico. Participó en cortometrajes y para ganar un poco
dinero para sus producciones, trabajó en la realización de videos de
capacitación en distintas corporaciones. De esta época dijo: “Empecé
a pensar en la libertad narrativa que los escritores habían gozado durante
siglos y me parecía que ya era tiempo de que los cineastas gozaran también de
esas libertades”.
A esto se dedicó durante la década de los ochenta. Los noventa fueron más
fructíferos: participó en la grabación de varios cortos y se casó en 1997 con
Emma Thomas, quien además de ser su esposa y madre de sus cuatro hijos, lo ha
acompañado como productora en la mayoría de sus filmes. Ese mismo año
grabó Doodlebug (ver corto), corto de tres minutos, protagonizado por Jeremy
Theobald, quien en el corto va de un lado a otro, como intentando matar una
insecto. El corto, con una alta carga surrealista, rompe con cualquier
linealidad tempo-espacial y nos muestra, sin decir una palabra, al hombre desde
una posición interior, siendo a la vez sujeto y objeto.
Para el año siguiente y recurriendo nuevamente a Theobald, graba
su primer largometraje: un thriller negro llamado Following, (ver película) de quien Nolan diría:
La película de escasos setenta minutos demoró 14 meses en
grabación debido a que todos los actores trabajaban entre semana en otras
actividades y únicamente destinaban el weekend al trabajo con
Nolan. Theobald además de tener el papel principal, fue coproductor en compañía
de Christopher y Emma. El filme contó también con la actuación de John Nolan,
tío de Christopher y reconocido actor británico.
Christopher no sólo fue director y
productor: escribió el guion, fue editor y director de fotografía. Al final la
película sólo costó 7000 libras esterlinas
y recibió los aplausos de la crítica del Reino Unido y Norteamérica, a donde
Chris había viajado con su esposa Emma al finalizar la grabación, debido al
trabajo que ella había conseguido en Los Ángeles. Hollywood estaba cerca.
Following, rodada a blanco
y negro con la misma tecnología de Doodlebug (16 mm), es
la historia de Bill, escritor amateur, quien en busca de historias que contar,
empieza a seguir sin sentido alguno a las personas. De esta forma conoce a Cobb,
quien se dedica a robar minucias en apartamentos. Esta extraña amistad termina
despertando al voyerista, antes que al escritor, y trayéndole problemas a Bill.
El filme recurre a elementos narrativos alternantes, justificados por
Nolan de la siguiente forma: "Decidí estructurar mi historia de tal
manera que hiciera énfasis en la comprensión incompleta, por parte del
espectador, de cada nueva escena"
Ver Following, es encontrarse con una nueva forma de
hacer el cine. No es la fragmentación a la que nos tiene acostumbrado
Tarantino, esta es mucho más profunda, quizá perfecta. En Following,
se respira esa sensación inefable de que algunas historias sólo tienen una
única forma de ser narradas. Hacerlo de otra manera sería cambiar su naturaleza.
En Memento (ver tráiler)
la sensación es la misma. Nolan en este thriller psicológico, basado en el
cuento Memento Mori (recuerda que morirás) de su
hermano Jonathan, nos muestra a Leonard, un investigador de seguros, quien
busca vengarse de la persona que violó y asesinó a su esposa. Así visto, la
película no ofrece nada novedoso. Sin embargo, Leonard, interpretado por Guy
Pearce, sufre de pérdida de memoria de corto plazo, recordando sólo los últimos
diez minutos; lo que lo lleva a tatuarse, tomarse fotos y escribir notas, para
no olvidar su objetivo. “Estaba interesado en hacer de la venganza un
elemento inquietante” –dijo Nolan al diario The Independent. En otra
ocasión dijo: “el presupuesto fue de 3
millones de libras esterlinas, lo cual es bajo para una película independiente.
No obstante, fue un gran salto de fe”.
La idea de la película surgió cuando Chris y Jonathan viajaban
hacia Los Ángeles y este último, le contó sobre la idea de un cuento.
Christopher le propuso trabajar la misma idea por separado: "Me encantó y le pregunté si podía
tomar su idea y hacer un guión con ella". La
premiere de la cinta fue en 2000 y el cuento fue publicado en marzo del
año siguiente en la revista Esquire.
Memento rompe la
brecha, cada vez más amplia, entre el personaje, la cámara y el espectador.
La película se narra en sentido contrario a
la línea temporal de tal forma que el espectador se iguala a la sensación
cognitiva de desconcierto que siente Leonard. La cámara no ve más allá de lo
que siente el personaje, y el espectador va descubriendo, no al asesino – este
está dado desde el comienzo del filme – sino la forma en que Leonard llega a
él. Al respecto Nolan dijo: “Estaba
interesado en hacer que el público mirara de manera un poco diferente el
elemento de la venganza de lo que podrían hacerlo en otras películas, donde es simplemente una excusa para ver al personaje principal
disparando y matando a alguien”.
Con Memento Christopher Nolan afianza el
trabajo hecho en Doodlebug y Following, y lo extiende a sus otras producciones
(Insomnia, 2002, Batman Begin, 2005; el Prestigio, 2006; Batman, The Dark
Knight, 2008; Inception, 2010).
Ver a Nolan, con sus 1.80 de estatura, sus ojos color de
amanecer y la elegancia y disciplina propia de los británicos, más parecido a
un actor que a un director, es encontrarse con uno de los mejores directores de
esta época. Igualable, sin temor alguno, al metódico Scorsese y al
revolucionario Kubrick, Nolan siempre experimenta, cuando no con la narración,
lo hace con las cámaras: “Cineastas como yo disfrutamos de los frutos de la experimentación y la
asimilación de las formas tradicionales”.
Decir que Christopher Nolan ha escrito y
dirigido ocho películas es hablar de “hasta el momento”. Porque como él mismo
lo ha dicho: “Siempre me han gustado las películas. Comencé a
hacerlas cuando tenía siete años y desde entonces no me he detenido. Jamás he
pensado en hacer otra cosa”.
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