Jorge Berdugo

Antes de emprender el camino hacia una posible arte poética, no pensaba en nada. Pero de un momento a otro empecé a preocuparme por buscar una línea de pensamiento, un modo de pensar la vida que desembocara en un modo de pensar el arte. En la trayectoria comencé a experimentar con técnicas, sin darme cuenta que sólo eran copias de la estética de mis más asiduos escritores. Luego busqué una poesía diciente, profunda, y fue así como me interné en los vericuetos de la abstracción; pero en vez de profundidad, parecía haber creado un idioma que ni yo mismo entendía. Después quise expresar un sentir político actual, sin embargo, la política se me hacía muy aburrida y los momentos de inspiración se fueron alejando. Derrotado, aspiré comprender todo a través de los símbolos, pero me parecían ideas inmóviles, situadas en un elevado plano mental bastante alejado de la realidad. Busqué en la vida, en los libros, en las palabras de los ancianos sabios, en mis días de ensimismamiento… pero no lograba encontrar un pensamiento que no fuera paradójico. Y cuando pensé dar el siguiente paso, me di cuenta que el camino había terminado y que estaba nuevamente en el comienzo. Recordé que antes de emprender el viaje hacia una posible arte poética, no pensaba en nada. Entonces comprendí que todo era vano, y que no debía pensar en un arte poética, que nunca la tendría o mejor, que ya la había hallado, y que se trataba precisamente de no tener ninguna. Fue entonces cuando empecé a escribir.

Tu forma de Irrumpir en mi habitación.
Silencio
Abandono
La música de los sueños (Artículo)